Tengo una hoja en blanco,
con veinte pensamientos alrededor,
sin una idea fija en la mente,
empiezo a escribir sin ningún error,
solo poniendo palabras para entretenerte,
pidiendo a mi mano que escriba con calor,
convirtiendo palabras inertes,
en versos de carga y valor,
transferiendo momentos ardientes,
en prosa radiante.
con veinte pensamientos alrededor,
sin una idea fija en la mente,
empiezo a escribir sin ningún error,
solo poniendo palabras para entretenerte,
pidiendo a mi mano que escriba con calor,
convirtiendo palabras inertes,
en versos de carga y valor,
transferiendo momentos ardientes,
en prosa radiante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario